La Agenda 2030 de la ONU, con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ha sido diseñada como un plan global para erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos. Sin embargo, este ambicioso proyecto también ha sido objeto de intensas campañas de desinformación y teorías conspirativas, que han obstaculizado su implementación y desviado la atención pública de los problemas reales que busca abordar.
¿Qué es la Agenda 2030? Adoptada en 2015 por los Estados Miembros de la ONU, la Agenda 2030 establece metas específicas para lograr un desarrollo inclusivo y sostenible en áreas como educación, igualdad de género, acción climática y reducción de desigualdades. Aunque la Agenda se basa en principios de cooperación global, su complejidad y alcance han sido malinterpretados o distorsionados.

Desinformación y teorías conspirativas
A medida que los ODS han ganado visibilidad, también han surgido narrativas que los asocian con conspiraciones globales. Algunas de las más difundidas incluyen:
• “Un gobierno mundial totalitario”: Alegaciones infundadas sugieren que la Agenda 2030 busca instaurar un sistema de control mundial, despojando a las naciones de su soberanía.
• Manipulación de recursos: Críticos argumentan, sin evidencia, que los ODS son una estrategia para que elites globales monopolicen recursos clave.
• “Reducción de la población”: Narrativas conspiranóicas acusan a los objetivos de salud y bienestar de promover políticas de control demográfico encubiertas.
Estas teorías proliferan en redes sociales y sitios web alternativos, amplificadas por algoritmos que priorizan contenidos emocionales y polarizantes. Como Melissa Fleming, líder de comunicación global de la ONU, advierte: “El ecosistema de información actual está contaminado con desinformación, lo que polariza a las personas y las lleva por caminos equivocados.”
Impacto de la desinformación en los ODS
1. Desconfianza en las instituciones: La difusión de estas narrativas ha fomentado el escepticismo hacia las Naciones Unidas y otros organismos internacionales.
2. Frenos en la acción climática: La desinformación sobre el cambio climático, vinculada a la Agenda 2030, ha retrasado políticas urgentes en esta área.
3. Polarización social: Los discursos de odio relacionados con los ODS han exacerbado tensiones, deslegitimando iniciativas de inclusión y equidad.
¿Cómo abordar la desinformación?
La ONU ha lanzado campañas como “No al odio” y los Principios Globales para la Integridad de la Información, presentados en 2024. Estas iniciativas buscan contrarrestar las mentiras con datos verificables, promover la alfabetización mediática y responsabilizar a las plataformas digitales por amplificar contenido dañino.
Según Fleming, el cambio requiere la colaboración de todos los sectores: “Necesitamos un ecosistema informativo saludable donde los hechos prevalezcan sobre las mentiras. Esto incluye alfabetización mediática, inversión en medios de interés público y responsabilidad de las redes sociales.”
Mientras la Agenda 2030 busca un futuro equitativo y sostenible, su éxito depende de un ecosistema de información saludable que permita a las personas comprender sus beneficios reales. Sin una base de hechos consensuados y un compromiso colectivo, los ODS podrían quedar relegados por el ruido de la desinformación.
La entrevista completa aquí: https://lnk.bio/s/onumx/d9973