El diputado Armando Corona Arvizu (Morena) impulsa una reforma crucial en la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, que busca garantizar que ninguna persona, ya sea física o moral, pueda negar el acceso o servicio a quienes requieran la compañía de un animal de apoyo socioemocional o de asistencia psicológica. Esta propuesta, que añade la fracción XXXVI al artículo 9 de la ley, apunta a eliminar barreras que afectan directamente a la calidad de vida y a la inclusión social de personas con trastornos mentales.
Según la Organización Mundial de la Salud, más del 20% de la población mundial sufre algún tipo de afección mental, siendo la ansiedad y la depresión las más comunes. En México, datos del INEGI revelan que al menos 15 millones de personas han sido diagnosticadas con trastornos de salud mental, lo que subraya la urgencia de medidas que faciliten el acceso a tratamientos integrales y a terapias complementarias, como la asistencia animal.
Diversos estudios respaldan que la terapia asistida con animales es altamente efectiva para reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, promoviendo un estado emocional más estable y mejorando significativamente el bienestar de quienes la requieren. Sin embargo, en el país, las personas que dependen de estos acompañantes enfrentan dificultades para acceder a establecimientos públicos y privados, lo que se traduce en un obstáculo para su plena integración social.
El enfoque de la iniciativa va más allá de una simple modificación legal: se trata de un llamado a la justicia social y a la empatía, especialmente relevante para la comunidad médica y los profesionales de la salud mental. Reconocer y facilitar el acceso a animales de apoyo socioemocional no solo contribuye a la reducción de estigmas, sino que también fortalece la implementación de estrategias terapéuticas que complementen los tratamientos convencionales.
Con esta reforma, se pretende que establecimientos de cualquier índole brinden un servicio inclusivo, respetando y promoviendo los derechos humanos de aquellos que dependen de estos animales para su estabilidad emocional. En un contexto global donde la salud mental es un desafío prioritario, esta medida se posiciona como una herramienta esencial para mejorar la calidad de vida y fomentar una sociedad más equitativa y comprensiva.
