USA – En una jornada sin precedentes, miles de ciudadanos se han movilizado en más de 1,200 concentraciones a lo largo y ancho de Estados Unidos para protestar contra las políticas del expresidente Donald Trump y las medidas impulsadas por Elon Musk. Bajo el eslogan “Hands Off!” – traducido popularmente como “¡Manos fuera!” – el movimiento busca frenar lo que sus participantes califican como una “toma de poder” que afecta los derechos sociales, laborales y la integridad de las instituciones democráticas.
La protesta, organizada por una coalición de grupos progresistas, sindicatos y organizaciones de derechos civiles, se ha convertido en uno de los mayores movimientos de resistencia ciudadana desde el regreso de Trump al poder. Activistas de diversas regiones han denunciado recortes masivos en programas esenciales como la Seguridad Social, Medicare y Medicaid, así como el cierre de oficinas y despidos de miles de empleados federales. Todo ello, afirman, favorece a los intereses de los ultraricos a expensas del ciudadano común.
En la capital, Washington D.C., la manifestación en el National Mall ha congregado a decenas de miles de participantes que, entre pancartas y cánticos, exigen transparencia y rendición de cuentas. Entre los oradores destacados se encuentran el representante de Maryland Jamie Raskin y el legislador de Florida Maxwell Frost, quienes han subrayado la importancia de defender la democracia frente a lo que describen como “un abuso de poder sin precedentes”.
Por su parte, en ciudades clave como Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Miami, los eventos se han desarrollado en paralelo, marcando un récord histórico en términos de participación. Organizaciones como Indivisible, MoveOn y el Servicio de Empleados Internacionales (SEIU) han registrado cientos de miles de inscripciones previas a la jornada, lo que demuestra un descontento generalizado con las políticas de Trump y la influencia de Musk en el aparato estatal, especialmente a través del controvertido Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Además, el movimiento “Hands Off!” ha captado la atención en redes sociales, generando hashtags trending que se han viralizado en plataformas como Twitter, Instagram y Bluesky. Los manifestantes no solo protestan contra la concentración de poder en manos de Trump y Musk, sino que también claman por la protección de derechos fundamentales como la educación, la salud y la seguridad social, pilares que consideran amenazados por la actual administración.
La protesta se enmarca dentro de una serie de movilizaciones anteriores que van ganando fuerza lo que refleja una transformación en la forma en que los ciudadanos se organizan para expresar su descontento político. Mientras algunos analistas advierten que estos movimientos podrían reconfigurar el paisaje político estadounidense, otros destacan que la diversidad de demandas –que van desde la justicia social hasta la preservación del Estado de bienestar– demuestra un consenso creciente entre amplios sectores de la población.
En definitiva, las concentraciones del movimiento “Hands Off!” no solo representan una respuesta a las políticas de Trump y la implicación de Musk en la gestión gubernamental, sino que además se perfilan como un llamado a la acción para reforzar los valores democráticos y a proteger el bienestar de la ciudadanía. Este levantamiento, es calificado como uno de los mayores de la era reciente que podría marcar un antes y un después en la historia política de Estados Unidos.
