Mexico- El lunes 21 de abril de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció el inicio de la dispersión directa de recursos del Programa Producción para el Bienestar en Coahuila. Un total de 11 151 productores agrícolas —desde pequeños apicultores hasta medianos sembradores de granos— recibirán entre 6 000 y 24 000 pesos cada uno, por un monto global que asciende a 65 millones de pesos anuales. A primera vista, es una cifra que promete alivio inmediato; sin embargo, el reto va más allá de la entrega de cheques.

¿Por qué es relevante este programa?
El Programa Producción para el Bienestar forma parte de la estrategia federal para fortalecer el sector agropecuario de pequeña y mediana escala, garantizando apoyos sin intermediarios. En Coahuila, estado con vocación tradicionalmente orientada al cultivo de forrajes y cereales, esta inyección de recursos puede:
• Reducir la brecha de financiamiento histórica entre grandes agronegocios y pequeños productores.
• Fomentar la seguridad alimentaria al potenciar cultivos de maíz, frijol, trigo y otros granos básicos que abastecen a los mercados locales.
• Estimular la economía rural a través de un efecto multiplicador: la liquidez en manos de los productores repercute en comercios y servicios de las comunidades.
No obstante, la clave estará en que cada peso se traduzca en mejoras reales de productividad y no sólo en un par de cosechas de alivio.
Oportunidades y desafíos inmediatos
1. Digitalización y transparencia
La dispersión “sin intermediarios” reduce costos y riesgos de desvío, pero exige sistemas digitales robustos para evitar trámites excesivos o exclusiones por fallas en el registro de hectáreas.
2. Adecuación climática
Coahuila enfrenta variabilidad en las lluvias y estrés hídrico creciente. Invertir en prácticas de conservación de suelo y sistemas de riego eficientes —más allá de la mera compra de insumos— determinará si el programa es sostenible a largo plazo.
3. Diversificación productiva
Al incluir granos, café, cacao, nopal y miel, el programa puede incentivar cadenas de valor más amplias. Sin embargo, el reto será coordinar asistencia técnica para que los productores aprendan nuevas técnicas de cultivo y comercialización.
4. Impacto social y equidad
Con un máximo de 20 ha en temporal, 5 ha en riego o 100 colmenas, el foco está en medianos y pequeños productores. Medir cómo mejora la calidad de vida en comunidades rurales —a través de ingresos, salud y educación— será un indicador clave de éxito.
¿Qué viene después del primer pago?
• Cosecha 2025–2026 más productiva: si los apoyos se canalizan correctamente, se prevé un aumento de hasta el 8 % en rendimientos de granos básicos en la región norte de Coahuila.
• Fortalecimiento de cooperativas: grupos de productores podrían organizarse para negociar mejores precios de venta y comprar insumos a granel, reduciendo costos.
• Escalamiento del programa: un balance positivo en Coahuila podría usarse como modelo para replicar en otras entidades con características similares (durante el segundo semestre de 2025).