PIEDRAS NEGRAS, Coahuila. – En este rincón de la frontera norte de México, donde miles de historias de migración se cruzan a diario, un mural comienza a tomar forma. No es solo pintura sobre una pared: es un grito de humanidad, una invitación a ver más allá de los pasaportes y las barreras políticas.
Detrás de esta obra está Alejandro Agüd Alegüe, mejor conocido como Agüd, un artista colombiano de 29 años cuya obra ha viajado por varios continentes. Su proyecto, titulado “Pertenecer a Nada”, busca dignificar la experiencia de los migrantes a través del arte, alejándose de cualquier postura política para enfocarse en la esencia humana de quienes buscan un nuevo comienzo.

“La migración no es solo cruzar un límite geográfico; también es desafiar los propios límites como seres humanos”, dice Agüd con su objetivo puesto en los primeros detalles del mural. La obra, que se espera termine en cinco días, contará con la colaboración de artistas locales como Martín, con quien Agüd tejió una conexión que trasciende países.
No es casualidad que este proyecto llegue a Piedras Negras, una de las puertas de entrada más transitadas por quienes buscan el llamado sueño americano. Agüd, quien tiene familiares que migraron hace décadas, entiende la travesía no solo como un acto físico, sino como un proceso emocional y social profundo.
“Todos, de alguna manera, somos migrantes”, reflexiona. “Buscamos pertenecer a algo. Y al mismo tiempo, nos damos cuenta de que nadie pertenece del todo a ningún lugar. Mi obra trata de eso: de la búsqueda, del anhelo y de la esperanza.”
Más que un Mural: Un Encuentro Humano
Pero el mural es solo una parte del proyecto. Durante la semana, Agüd y su equipo organizarán talleres, conversatorios y entregas de regalos a la población migrante, buscando generar un espacio de diálogo y empatía.

“Mirar a alguien a los ojos y recordarle que sigue siendo un ser humano, eso es lo más valioso que podemos ofrecer”, afirma.
El mensaje de su obra se inspira en una frase que define toda su carrera: “Seguimos siendo niños”. Para Agüd, recuperar la esencia de la niñez es clave en un mundo donde las fronteras, físicas y emocionales, nos endurecen.
“No se trata de infantilizar la imagen, sino de recordar esos valores que teníamos cuando éramos niños: la humildad, la honestidad, la capacidad de perdonar y seguir adelante sin tantas capas de ego”, explica.
De Colombia a Piedras Negras
La conexión con esta frontera no fue planeada. Surgió de un encuentro en Colombia con el artista Martín, quien posteriormente extendió la invitación a Agüd para llevar su arte a México.

“Las cosas suceden por algo”, dice Agüd.“Cuando Martín fue a Colombia, lo recibí en mi casa sin saber que hoy estaríamos aquí pintando juntos. Ahora, quién sabe, quizá en el futuro artistas de Piedras Negras puedan ir a Colombia y seguir rompiendo esas barreras del pasaporte.”
Mientras las brochas avancen sobre el muro, una idea se materializa: el arte no necesita visa. En un mundo que insiste en dividirnos, proyectos como Pertenecer a Nada nos recuerdan que la verdadera pertenencia no está en los documentos, sino en la humanidad que compartimos.